El diputado dejó el PRO y se arrima a La Libertad Avanza. Entre Pullaro y Macri, la vice evalúa una alianza a nivel nacional.
La vicegobernadora Gisela Scaglia lidia con un clima rupturista del sector más duro del PRO, partido que preside en Santa Fe.
“Hay una búsqueda de un ratito de permanencia en la opinión pública”, dijo Gisela Scaglia, y así buscó bajarle el precio al anuncio de los diputados José Núñez y Gabriel Chumpitaz que, con bombos y platillos, anunciaron que buscarían una alianza con La Libertad Avanza mientras derramaban críticas a Unidos para Cambiar Santa Fe.
El escándalo tuvo su primer capítulo cuando Núñez y Chumpitaz se ausentaron de la sesión por ficha limpia en línea con los designios de la Casa Rosada, apartándose de la orden de Mauricio Macri. Los nexos de los diputados con terminales libertarias se multiplicaron: Patricia Bullrich, Martín y Lule Menem y hasta -sospechan en la Casa Gris- Santiago Caputo.
Todo se coronó en los primeros días del año cuando, tras un evento que fue una demostración de fuerza del sector halcón, Núñez hizo oficial que no jugaría dentro de la alianza oficialista. “Unidos por el cargo”, la llamó, con ironía.
En una entrevista con Cadena 3, en la previa del acto en el que se dio inicio a la obra del tercer carril de la autopista Rosario-Santa Fe (en el tramo hasta San Lorenzo), la vicegobernadora se puso el sayo tras varios días de mucho ruido en el PRO, partido que preside, y dijo que la presencia de la escuadra amarilla dentro de Unidos está “más fuerte que nunca”. “Ninguna persona individualmente, aunque sea afiliada, va a poder usar el partido para estar en otro frente”, avisó, buscando aislar la movida que encabezan Núñez y Chumpitaz junto con sus respectivos espacios.
Para la vice, se trata de “discusiones chiquitas de la política chiquita” que “no valen nada en términos de lo que hay que hacer". Sin embargo, remarcó una contradicción en la conducta de Núñez, el único de los diputados separatistas que está efectivamente afiliado al PRO. "La semana pasada votamos la permanencia en Unidos y él, que es parte del consejo directivo, votó afirmativamente”, dijo. Por eso, Scaglia dice tener elementos para asegurar que “hay una búsqueda de un ratito de tiempo de permanencia en la opinión pública, pero no es más que eso".
Más allá de sus declaraciones, en el entorno de Scaglia descartaron que existan sanciones para Núñez, advirtiendo que Chumpitaz no está afiliado.
Existía una cierta presión dentro de la tropa de la vice para que las declaraciones explosivas “no le salgan gratis” al diputado. Hace más de un mes, cuando se conoció por primera vez la postura de los separatistas, se rumoreó que existía un comunicado que nunca se publicó. Hoy, desde la mesa chica de Scaglia, avisaron que no hay “nada de nada” dado que el tema “no es importante”.
“El 95% del partido está con nosotros”, remarcan.
Maximiliano Pullaro tampoco tiene pensado pedirle a los diputados que entreguen los cargos que están siendo ocupados por gente de su riñón. A Núñez, por ejemplo, le responde el secretario de Producción rosarino, Leandro Lopérgolo. Chumpitaz tiene en su haber a Esteban Bretto, director del Aeropuerto de Rosario, y a Federico Cutruneo, el jefe de la Inspección General de Personas Jurídicas. Para la Casa Gris, es una especie de precio a pagar para descomprimir los pedidos de lugares en listas propias y que los diputados vayan a golpear la puerta de LLA.
Así las cosas, la vice está en un aprieto. Si cede ante la presión interna de las segundas líneas que le responden, que piden la cabeza de Núñez, puede dar un mensaje ejemplificador puertas adentro del partido, pero quedaría desautorizada por el propio gobernador que no tomaría el mismo camino con los rebeldes que critican a la conducción política de Unidos. Por esa razón, a todas luces decidió evitar que la sangre llegue al río y apostar a que la cronoterapia calme las aguas.
La galvense aclaró que la pertenencia a la coalición oficialista “no significa que el PRO no pueda tener un acuerdo con otros partidos que no sean de Unidos para la elección nacional". Con esa puntualización, la vice dio una pista sobre cuál será la tesitura que adoptará en el caso de que Mauricio Macri termine cerrando un acuerdo electoral con Javier Milei, un escenario que, hoy por hoy, parece muy lejano.
Ella será orgánica a la conducción del expresidente, aunque el gobernador y el resto de Unidos jueguen en otra alianza con un discurso que matice críticas a la Casa Rosada.
Esa decisión no implica una expresión de deseos de la vice, para quien el gobierno santafesino está teniendo “una agenda de gestión muy PRO”. "La obra pública enfocada en la producción, un esquema tributario progresivo, ventanilla única para desarrollos inmobiliarios, el orden en la gestión pública, el déficit cero, el equilibrio en las cuentas, la seguridad, todo eso es agenda del PRO”, afirma, con seguridad, Scaglia, para quien su espacio, su partido y sus valores “están más que representados en este gobierno de Unidos”.