Sara Majorel, intendenta de Marcos Juárez y reconocida dirigente del PRO en Córdoba, transita en las últimas semanas caminos inversos en materia política. Fuera de la ciudad es una de las mimadas por el expresidente Mauricio Macri y el gobernador Martín Llaryora; pero puertas adentro no logra acertar en las demandas de la ciudadanía marcosjuarense.
El paso de la motosierra del presidente Javier Milei por los fondos que percibían los municipios para realizar obras públicas provocó un freno abrupto en las tareas que se llevaban adelante en distintos sectores de la ciudad. Esta situación genera mayores inconvenientes en las arcas de poblaciones menores del interior, como Marcos Juárez, en las que los presupuestos propios para avanzar en mejoras de infraestructura son mínimos.
Esta situación financiera explica en gran medida la complejidad que debe afrontar la comuna del sudeste de Córdoba para atender los reclamos vecinales. En este sentido, se multiplican las voces solicitando mejoras en las calles, recolección de residuos y otras cuestiones que la mandataria local recepta en su despacho e intenta resolver haciendo malabares con su presupuesto.
“La ciudad creció mucho los últimos años y tenemos 120 empleados menos, hay que optimizar los recursos. No podemos pagar más, tenemos que tener las cuentas en orden y hacer obra pública. La coparticipación no se movió durante todo el 2024 contra una inflación del 80%”, expresó recientemente Majorel en una entrevista televisiva.
Sara Majorel apostó fuerte al asfalto en frío
Atendiendo uno de los reclamos históricos de una ciudad que crece y demanda infraestructura, la intendenta local avanzó con la compra de una planta productora de asfalto en frío.
Imponiendo su criterio por sobre algunos funcionarios cercanos que no coincidían convirtió a Marcos Juárez en una de las pocas ciudades que cuenta con esta posibilidad sin recurrir a terceros.
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Sara Majorel no tuvo las devoluciones que esperaba tras su proyecto de asfaltado en frío en Marcos Juárez.
Sin embargo, las primeras pruebas de asfaltar calles en la ciudad no fueron las esperadas y el inicio del proyecto más importante de la administración Majorel dejó más críticas que elogios.
Una crisis inesperada en un recinto con mayoría
El Concejo Deliberante debatió un proyecto para respaldar una solicitud del Departamento Ejecutivo que pretendía ser garante de un crédito de una institución foránea. La discusión y posterior votación evidenció algunas grietas dentro del bloque oficialista que se trasladan a los diferentes espacios de la administración.
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Sara Majorel y Javier Barletta en el Concejo.
A más de un año de la salida de Pedro Dellarossa hacia el gabinete de Llaryora la división dentro de la alianza que gobierna el municipio se hace evidente. Hay quienes apuestan a un regreso del exintendente, ahora de la mano del cordobesismo, por no coincidir con la actual mandataria.
Mientras que otro grupo intenta fortalecerse para llegar a las municipales del 2026 con buenos pergaminos para una reelección.
Un escenario con todas las luces fuera de casa
La figura de Majorel despierta mucha atención en la dirigencia provincial y nacional. Es sabido la excelente relación que mantiene con el líder del PRO, espacio donde tendrá una mayor responsabilidad para la reconstrucción dentro del territorio cordobés.
Al mismo tiempo recibió múltiples visitas del gobernador en Marcos Juárez, que llegó con aportes para desarrollar proyectos de envergadura para la ciudad. Intentos por pasarla a sus filas y así tener una posición más consolidada para el 2026 en la ciudad que abre el calendario electoral previo a las elecciones de más importancia.
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Sara Majorel le reiteró su respaldo para trabajar por el PRO en Córdoba
Ganar los comicios en esta ciudad se ha convertido desde hace algunas décadas en un botón preciado por los dirigentes de diferentes espacios. Y Majorel es la llave que puede abrir para descubrir el tesoro.
Sin embargo, tiene que acomodar la casa.