Horas después de frustrar el tratamiento del pliego de Ariel Lijo, Javier Milei encontró un motivo de festejo en el Senado: los gobernadores radicales lograron impedir la creación de una comisión para investigar el escándalo del Libragate, propuesta por un grupo del bloque UCR.
El aporte lo hicieron los mandatarios Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Alfredo Cornejo (Mendoza), quienes facilitaron seis votos negativos que fueron decisivos, porque sólo faltó uno para aprobar el proyecto.
No apoyaron la iniciativa de sus correligionarios Víctor Zimmermann (Chaco), Eduardo Galaeretto (Santa Fe), Mercedes Valenzuela y Eduardo Vischi (Corrientes); y Mariana Juri (Mendoza). Tampoco votó la comisión investigadora la radical Stella Olalla quien responde al gobernador del PRO, Rogelio Frigerio.
Lo curioso fue que Vischi fue uno de los firmantes del proyecto, que también suscribieron sus correligionarios Pablo Blanco, Flavio Fama, Daniel Kroneberger y Martín Lousteau.
El correntino converso es jefe de bloque UCR y en la reunión de este jueves al mediodía explicó la razón para volver sobre sus pasos: dijo que Valdés lo había llamado para pedirle revertir su postura y que no tenía otra salida que obedecer. Anticipó que no sería el único y hasta sumó al encuentro al jefe de LLA, Ezequiel Atauche, quien pidió no investigar a Milei.
El resto de los votos negativos a la creación de la comisión fueron del PRO -a excepción de la larretista Guadalupe Tagliaerri-, de Carlos Espínola y Alejandra Vigo (Provincias Unidas) y de la neuquina Lucila Crexell.
Javier Milei, a salvo
La votación fue caótica, con escenas que dieron cuenta de que el triunfo del Gobierno bien pudo ser obra de la casualidad. La prueba es que Atauche pidió que el proyecto volviera a comisión, una situación que ya no será posible porque fue rechazado en el recinto. Al parecer, ni él esperaba en el triunfo.
El sector de los gobernadores radicales logró distraer con un paso de baile que le permitió a Milei festejar: habilitaron el tratamiento del proyecto por dos tercios, pero luego lo votaron en contra. Eran necesarios 48 votos y hubo 47.
El propio Blanco, autor original del proyecto, advirtió la maniobra y, a último momento, pidió el giro a comisión. Tal vez el final hubiera sido el mismo, porque se hubiera tratado en Asuntos Constitucionales, presidida por Vigo e integrada por radicales cercanos a los gobernadores. Pero antes el Gobierno se hubiera sometido a un feroz escarmiento de al menos una jornada.
Además de UP y de seis radicales, apoyaron crear una comisión la larretista Tagliaferri, la dupla de Santa Cruz (José Carambia y Natalia Gadano) y la rionegrina Mónica Silva, quien curiosamente se había opuesto a habilitar el tratamiento y pidió avanzar con su proyecto para crear una comisión bicameral.
“Lo pensamos, pero debería pasar por las dos cámaras y sus presidentes no se llevan bien”, le había respondido Blanco, durante el debate del fallido proyecto, que contemplaba una comisión de 17 integrantes, que debía emitir un informe sobre el Libragate en 180 días.
Se le asignaban atribuciones para pedir información y emitir denuncias judiciales. “No se dimensiona el daño que el Presidente se auto infligió y le hizo al país, que es la pérdida de confianza. Si no tienen nada que ver que vengan a dar explicaciones”, desafió el fueguino.
Sin comisión
Lousteau fue uno de los senadores radicales más molestos por la reversión de sus correligionarios, que se enteró minutos antes de la sesión. Cornejo propuso que lo mejor era bloquear la sesión y no dar cuórum. No fue un planteo inocente: el gobernador de Mendoza es el único radical que quiere sostener las PASO. Su antecesor en el cargo, el senador Rodolfo Suárez, votó a favor de la comisión. La grieta del radicalismo mendocino ya no se disimula.
El presidente de la UCR explicó que una comisión es el mejor camino para evitar un juicio político. Sostuvo que Milei cometió una estafa porque promovió una moneda virtual que, detalló, luego se vendió entre un pequeño puñado de personas y bajó su precio abruptamente.
“‘¿Los argentinos no quieren que vengan (los empresarios vinculados con la cripto Libra) Hayden Davis, Mauricio Novelli y Manuel Torres Godoy a explicar lo que pasó? ¿No quieren que los encargados de cobrar las reuniones con el Presidente?”, preguntó Lousteau.
Sin la comisión creada en el Senado, Milei puede respirar aliviado, porque en Diputados no hay una mayoría para votar los proyectos similares, como el de Democracia Por Siempre, la UCR blue. Tampoco hay acuerdo para avanzar por el juicio político y existen múltiples pedidos de interpelación, ninguno con mayoría garantizada.
El Libragate, por ahora, no conmueve al Congreso.