La Casa Rosada ya prepara las licitaciones para los comicios como si hubiera primarias. Los tiempos apremian. El cronograma tentativo arranca en abril.
Jony Viale le preguntó a Guillermo Francos: "¿Van a eliminar las PASO?". El jefe de Gabinete respondió sin rodeos: "Si conseguimos los acuerdos necesarios en el Congreso para hacerlo, lo haremos. Me da la sensación que todavía no están los números". A falta de votos, y también de llamado a extraordinarias, el gobierno de Javier Milei trabaja resignado a que en 2025 haya primarias.
Un día después de esa entrevista radial, este miércoles, el ministro coordinador admitió en el Patio de las Palmeras que tampoco tenían acuerdos en un temario con la oposición para que el Congreso sesione en diciembre, como anunció el vocero Manuel Adorni por Twitter. La alternativa que ahora barajan en Balcarce 50 es que las extraordinarias sean en febrero. Enero está vedado porque Martín Menem, el titular de Diputados, ordenó a empleados de planta tomarse vacaciones ese mes.
Sin dar demasiadas precisiones, en la Casa Rosada afirman que están trabajando en la organización de las legislativas 2025 dentro de los mismos parámetros que en comicios anteriores. Esto significa que la primera licitación debería estar lista en los próximos días.
A modo de ejemplo, para las últimas presidenciales, el extinto Ministerio del Interior realizó la apertura de sobres para comprar las urnas el 28 de diciembre de 2022, según figura en la web compr.ar; y el 10 de diciembre de 2018 se conocieron los oferentes para las presidenciales del año siguiente. Como toda regla, tiene una excepción: en las elecciones 2021 recién se adquirieron en febrero.
"Hasta que no haya una ley que las elimine, todo sigue igual", repiten en el Gobierno. Según el cronograma tentativo, que incluye las PASO, el puntapié inicial del proceso electoral será el 29 de abril con el cierre del padrón provisorio y el 5 de mayo, 90 días antes de los comicios, debería convocarse a las primarias, fechadas el 3 de agosto.
Si bien el material que se adquiera (urnas, sobres, material escolar, fajas de seguridad, entre otras cosas) puede guardarse, lo cierto es que en la administración Milei esperan que el Congreso decida el futuro de las PASO con la mayor antelación posible. A favor de la permanencia de las primarias, que hasta ahora sobrevivieron a dos gobiernos anteriores que intentaron eliminarlas (el de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández), hay una regla no escrita que fija que los años de comicios no se modifican cuestiones electorales.
"Tiene que ver con usos y costumbres del Congreso", abren el paraguas en la Casa Rosada, preparando el escenario ante los dos tropiezos: no poder borrar las PASO y que quede cajoneado el resto del paquete de reforma política, que incluye modificaciones para formalizar los partidos políticos ante la justicia electoral y un cambio de reglas en el financiamiento.
La eliminación de las primarias no sólo son auspiciadas por Milei. En la Legislatura bonaerense fue el Frente Renovador de Sergio Massa quien primero presentó un proyecto para suspenderlas en su versión 2025, como primer paso a su desaparición. La iniciativa debería contar con el aval de los demás socios de Unión por la Patria.
Con o sin PASO, las elecciones 2025 serán una prueba de fuego para la Boleta Única de Papel (BUP). El cambio de sistema fue aprobado por el Congreso y debutará en las legislativas en un incierto panorama distrital, ya que cada provincia deberá decidir si las implementan para sus comicios locales. La mirada de la Casa Rosada está puesta sobre Axel Kicillof.
El gobernador bonaerense está entre la espada y la pared: mejor dicho, entre el desdoblamiento que le reclama su tropa intendentista y las elecciones concurrentes que le piden Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa. El gobierno de Milei también está atento a la decisión que tomará uno de sus principales contrincantes políticos.
"Nuestro peor escenario son las concurrentes", admiten en Balcarce 50. El reciente antecedente del desastroso operativo porteño del año pasado en las PASO, en la que convivieron (mal) el voto electrónico con la papeleta tradicional, es motivo de alarma libertaria. En una provincia que concentra el 40% del padrón y que acaparará la mayor parte de la atención mediática, con una Cristina Fernández de Kirchner que podría volver a ser candidata, el resultado de la jornada electoral marcará el éxito o el fracaso del nuevo sistema conviviendo con el anterior.
En el caso de una separación de la elección bonaerense de la nacional, la responsabilidad de la organización de los comicios locales recaerá en Kicillof. Por eso, desde la Casa Rosada auspician una mesa tripartita de diálogo para acordar el cronograma 2025. Ya se reunieron el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, con el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco. De las conversaciones también participa Alejo Ramos Padilla, del Juzgado Federal Nº1 de La Plata con competencia electoral.