Las recientes votaciones y los cambios de autoridades en la Legislatura de Tierra del Fuego dejaron al descubierto los conflictos de convivencia entre FORJA y el Movimiento Popular Fueguino (MoPoF), los dos principales partidos que integran la alianza que llevó a Gustavo Melella al frente del Poder Ejecutivo en 2019 y 2023.
La coalición de gobierno en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur atraviesa uno de sus momentos más críticos en el comienzo de un nuevo año electoral, en el que la provincia más austral de la Patagonia pone en juego sus tres senadores.
La tensión entre ambos espacios viene escalando desde hace varios meses y se materializó, de alguna manera, en la última sesión del año cuando Damián “Loli” Löffler se quedó afuera del reparto de las vicepresidencias. El histórico legislador mopofista fue hasta diciembre el segundo en línea sucesoria, luego de la vicegobernadora Mónica Urquiza.
En la Vicepresidencia 1ª fue elegida la legisladora de Myriam Martinez, mientras que en la Vicepresidencia 2ª quedó a cargo de Federico Sciurano, ambos de FORJA, el partido de Melella.
Espíritu de supervivencia
“Los cambios de autoridades responden a un espíritu de supervivencia”, confesaron a Letra P desde FORJA ante la amenza de un juicio político contra el gobernador, impulsado por el clan Löffler. “Manejan el establishment y con tal de mantener sus negociados son capaces de voltear al Gobernador. Por eso no quieren la reforma, porque se le terminan sus privilegios. Con la reforma se termina el Movimiento Popular Fueguino”, sentenciaron.
Desde el partido oficialista reconocen que la relación con el MoPoF está más que tensa, pero hacen una salvedad: Urquiza es un caso aparte. “A Mónica hay que cuidarla. Ella se mantuvo de nuestro lado y eso hay que valorarlo”, afirman.
De hecho, el propio Melella salió a defender a su vice. “La relación con mi fórmula, que es con Mónica Urquiza, está tremendamente bien. Ella es una excelente persona, que hace un gran trabajo en la Legislatura. No hay ningún ruido, ni quiebre, ni nada. El resto del Movimiento Popular Fueguino sabrá qué decisiones tomar”, expresó.
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Gustavo Melella y Mónica Urquiza, la fórmula que selló la alianza FORJA-MoPoF.
La reforma constitucional de Gustavo Melella, un punto de partida
Tal como contó Letra P, las diferencias entre FORJA y el MoPoF se agudizaron con el proyecto de necesidad de reforma constitucional impulsado por el gobernador Melella y aprobado por la Legislatura en diciembre de 2023. De hecho, fue el primer proyecto del oficialismo que Löffler rechazó. El último fue el Presupuesto 2025.
La reforma fue congelada por el Superior Tribunal de Justicia que integra Nené Löffler, también mopofista y hermano del legislador provincial, a pedido del diputado Jorge Lechman (Somos Fueguinos con pasado mopofista).
Según expresaron explícitamente desde el tradicional partido provincial, “la reforma jamás estuvo en la mesa de esta coalición de gobierno". "De hecho, la Constitución es nuestra biblia. Nos identifica como espacio político", agregan.
Incierta continuidad
La continuidad de la coalición gobernante como tal es incierta. Por eso, desde FORJA abren el paraguas y acercan posiciones con otros espacios ante las inminentes elecciones legislativas, entendiendo que el enemigo más grande -en el contexto nacional- es Javier Milei. El más importante, por caso, es el Partido Justicialista de la mano de su presidente provincial, el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto.
Desde el oficialismo aseguran “no estar muy alejados” de Martín Pérez y del riograndense Raúl Von Der Thusen, hoy enrolado en Somos Fueguinos. En la Legislatura, cabe recordar, Gisela Dos Santos abandonó este bloque y sumó su voto para que Melella tenga su Presupuesto.