La creación de un nuevo bloque peronista en el Senado, que formará parte de Unión por la Patria, fue parte de un proceso que incluyó negociaciones previas, careos con las autoridades de bancada y una discusión entre todos los miembros con pases de factura y peleas locales.
Luego que el cuarteto tomó la decisión (Fernando Salino, Carolina Moisés, Fernando Rejal y Guillermo Andrada) se la comunicaron a sus pares José Mayans y Juliana Di Tullio, que en los papeles representan las otras dos bancadas que hay en UP (Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana). Una de las primeras diferencias será en el tratamiento del pliego de Ariel Lijo: hay un trío de díscolos que quieren votar a favor.
Los integrantes del nuevo espacio, que se llamará Convicción Federal, fueron a informar a ambos jefes la decisión y consultar si era posible incluir su bancada en el interbloque. De lo contrario, estaban dispuestos a hacer rancho aparte.
No fue necesario. Mayans y Di Tullio evitaron trenzarse en discutir, pero la tensión llegó este miércoles, cuando el cuarteto expuso ante los otros 30 miembros de UP. Como era de esperar, surgieron trifulcas de pago chico. La riojana María Florencia López, le recriminó el éxodo a su coterráneo Fernando Rejal.
La interna de Catamarca fue aún más dura. Corpacci se enfrentó a Andrada en duros términos: le reprochó la transferencia a la provincia del control total del Establecimiento Minero Capillitas, principal yacimiento de rodocrosita del país. Dijo sin vueltas que era una moneda de cambio al gobernador Raúl Jalil para que hiciera los deberes en el Congreso. Algunos miembros de UP están dispuestos a presentar pedidos de informes.
Osvaldo Jaldo, Javier Milei, Raul Jalil.png
La pelea de Unión por la Patria
La discusión de bloque escaló porque muchos senadores no aceptaban los argumentos que usó el cuarteto para crear la nueva bancada. La principal fue la falta de participación de las provincias en las decisiones del bloque. "Eso es falso: hubo votaciones como la suspensión de las PASO, en las que se hizo lugar a lo que pensaban las provincias", fue una de las recriminaciones.
Había sorpresa por la aparición de Salino en el grupo, porque Alberto Rodríguez Saá no era considerado un díscolo. El senador recordó que en su provincia el espacio del exgobernador quedó enfrentado al kirchnerismo, una situación similar a la que tiene Moisés en Jujuy y la convirtió en la senadora más rebelde de la bancada.
Como anticipó Letra P, las conversaciones para armar un nuevo espacio en UP comenzaron luego del cierre de listas del PJ, que consagraron a CFK como presidenta. En diciembre la decisión estaba tomada, pero esperaban un momento para comunicar la grieta, que sería no antes del inicio de sesiones ordinarias.
Uno de las quejas en la reunión, justamente, era el sentido de la oportunidad, porque el anuncio fue justo cuando Milei lograba blindar el DNU para negociar con el FMI en Diputados. "Es que nunca hay un momento oportuno, porque el Presidente tapa un tema con otro todo el tiempo", respondió Salino. La más enojada era la neuquina Silvia Sapag.
Expediente Lijo
Una de las primeras diferencias que expondrá el bloque será por los pliegos de los candidatos a jueces de la Corte Suprema de Justicia, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, que se tratarán el 3 de abril. Andrada, Rejal y Moises tienen decididos votar al juez federal y desafiar a CFK, que pidió rechazarlo por haber asumido por decreto. Salino no tiene una decisión tomada.
Ariel Lijo con José Mayans
Ariel Lijo con José Mayans, durante la audiencia por su candidatura a la Corte Suprema.
Sí le garantizaron a Mayans y Di Tullio, que darán cuórum, clave para que haya sesión. Es que Lijo, según dejó trascender, quiere que se juegue su pliego a suerte y verdad en el recinto, para no dilatar más la discusión.
Distinto es el caso de Manuel García-Mansilla, quien -si hay sesión- puede sufrir el rechazo del Senado y peligrar su futuro como juez de la Corte, donde juró a partir del decreto de Milei. El otro candidato no asumió porque los cortesanos, incluyendo el académico, no se le concedieron el pedido de licencia del juzgado.
Se necesitan 25 votos para rechazar un pliego y UP tiene 34 integrantes. Claro que habría entre ocho y 14 que apoyan a Lijo, quien tiene el rechazo de Carolina Losada y Pablo Blanco (UCR) y el exlibertario Francisco Paoltroni. El radicalismo le pide a Milei que retire el pliego. Por ahora, no lo consigue.