Votarán con sus pares, pero piden equilibrio fiscal, estabilidad institucional y autonomías locales. Portazo de Facundo Manes y Lousteau, el martes.
Facundo Manes, diputado del bloque UCR.
Los cuatro diputados de la UCR que ayudaron a Javier Milei a sostener el veto a la ley de financiamiento universitario aceptaron firmar un pacto de convivencia para permanecer en el bloque. Con su decisión, forzaron la ruptura de la bancada, que se produciría el martes, con la salida del sector de Facundo Manes y Evolución, la línea de Martín Lousteau.
Se irían al menos diez de los 33 miembros del bloque, que seguirá siendo presidido por Rodrigo De Loredo. Este miércoles, los diputados Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero y Federico Tournier, conversaron sobre la propuesta que recibieron de la bancada, luego de la reunión del martes en la que no fueron invitados a participar. Los violetas aceptaron votar las decisiones de la mayoría, pero con condiciones: no acompañarán proyectos que alteren el equilibrio fiscal, la estabilidad institucional y mantener el respeto a las voluntades de los gobiernos locales, que no es otra cosa que habilitar alianzas con libertarios en algunas provincias.
El pliego de condiciones fue acordado por los cuatro diputados violetas con referentes de la bancada radical, donde para intimidarlos sacaron de un cajón del despacho un reglamento interno de la UCR, publicado en 1991 en el Congreso, que permite la expulsión de quien vote diferente a la decisión de la mayoría. Fuera de escena quedó el diputado Pablo Cervi, quien apoyó el veto a la reforma previsional, pero se abstuvo en la de financiamiento universitario.
Como explicó Letra P, a partir de una propuesta de Julio Cobos, la mayoría de la bancada conducida por De Loredo decidió darle una nueva oportunidad a los violetas. Su posición fue acompañada por el grupo cercano a los gobernadores y los outsiders, liderados por las autoridades de bloque. Fue suficiente para construir una mayoría y relegar a los rebeldes, que planean hacer rancho aparte.
La continuidad de los radicales violetas en el bloque es suficiente para que los díscolos de la bancada anuncien su salida, con el armado de una nueva fuerza parlamentaria. Como explicó Letra P, al frente de esa construcción están Manes y sus seguidores; junto a Evolución, la línea de Lousteau.
Fernando Carbajal, cercano al neurólogo, anunció el martes en la reunión de bloque la decisión de dar un paso al costado si los violetas no se iban. En conversaciones posteriores con quienes comparten su postura, acordaron demorar el anuncio hasta el próximo martes, cuando De Loredo volverá a reunirse con sus dirigidos y el cuarteto libertario firmará su pacto de convivencia.
En los días siguientes se presentaría el nuevo bloque radical, que tendrá entre diez y 13 miembros. A Manes lo acompañan Carbajal, el bonaerense Pablo Juliano -su mano derecha-, el jujeño Jorge Rizotti (cercano a Gerardo Morales) y el correntino Manuel Aguirre, enfrentado a su gobernador, Gustavo Valdés.
Manes seguirá sin dar la cara y actuará en las sombras. "No queremos exponerlo en este tema. Su mira está puesta en la candidatura presidencial 2027", señaló a Letra P uno de sus seguidores. Lousteau aportará a Danya Tavella, Marcela Antola, Mariela Coletta y Carla Carrizo.
La expectativa de los rebeldes es sumar tres aliados más. Les dejó de atender el teléfono el chaqueño Juan Carlos Polini, quien hace un mes firmó junto a esta decena de radicales un proyecto para pedir la expulsión de los violetas. Hay gestiones con la jujeña Natalia Sarapura -exladera de Morales- y la santafesina Melina Giorgi, quien responde al gobernador Maximiliano Pullaro.
De producirse la ruptura, la UCR se quedará con 23 miembros, bajo el mando de De Loredo y Karina Banfi, quienes necesitan del grupo de Milei para revalidar sus cargos. Además, hay otros potenciales violetas como el catamarqueño Francisco Monti y la santacruceña Roxana Reyes, quien defendió al cuarteto que votó en contra de la ley de financiamiento universitario.
Tampoco quieren romper con Milei los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco), quienes aportan los votos de Lisandro Nieri, Pamela Verasay; y Gerardo Cipolini. El resto del bloque lo completan outsiders que prefieren no romper, como los ex-Evolución Martín Tetaz y Gabriela Brouwer de Koning; el santafesino Mario Barletta y el tucumano Roberto Sánchez.
Además de las especulaciones electorales, pesa en la decisión de no dar un paso al costado las eventuales acusaciones que hará el Gobierno sobre una presunta connivencia entre radicales díscolos y el kirchnerismo, que ya tuvo algunos capítulos como el emplazamiento para tratar proyectos que limitan el uso de DNU; o la resolución para citar a Toto Caputo. Estas votaciones sólo tuvieron respaldo de los rebeldes radicales. Si se mantienen en una docena, podría aportar a una mayoría anti-Milei, con Unión por la Patria, la izquierda, Encuentro Federal y la Coalición Cívica.
Está alianza puede aprobar leyes y rechazar decretos presidenciales. Es lo que pedirá el kirchnerismo. Pronto.