Congreso

Un pacto de Unión por la Patria y la UCR bloqueó un intento libertario de intervenir la Defensoría de la niñez

El oficialismo trató de nombrar una presidencia de la bicameral para desplazar a Marisa Graham. La diputada Sarapura arregló con el PJ y quedó a cargo.

El Gobierno empezó el período ordinario en el Congreso con un revés inesperado: este jueves, en acuerdo con Unión por la Patria, la diputada radical Natalia Sarapura quedó como presidenta de la comisión bicameral que definirá las autoridades de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes. La Libertad Avanza intentó, sin éxito, quedarse con el cargo para intervenir el organismo.

La secuencia resultó un duro golpe para el oficialismo, que hasta segundos antes de la sesión creía tener el respaldo del radicalismo y el PRO para prevalecer. Chocó con una rosca de último momento digitada por las diputadas peronistas Victoria Tolosa Paz y Eugenia Alianiello, que integran el sector díscolo de UP.

Ambas negociaron con Sarapura y con la senadora radical Mercedes Valenzuela. También intentaron sin éxito sumar al PRO, representado en la senadora Andrea Cristina y la diputada María Sotolano. LLA puso toda la carne al asador para voltear a la titular de la Defensoría, Marisa Graham, quien ante la indefinición de la comisión -que no se creó durante todo el año pasado- decidió autoprorrogarse el mandato. A Javier Milei no le simpatiza la funcionaria, porque antes de ocupar ese cargo apoyó la ley que habilita la interrupción voluntaria del embarazo.

Una ONG objetó la autoreelección de la defensora, pero la Justicia no le dio lugar. El jefe de LLA en Diputados, Gabriel Bornoroni, fue a la comisión acompañado del secretario parlamentario de la cámara baja, Adrián Pagán, cuya presencia derivó en una queja de Unión por la Patria, que llevó a todas sus autoridades de bloque: el diputado Germán Martínez; José Mayans y Juliana Di Tullio (Senado).

El pacto de UP y la UCR

En efecto, en la jornada debía conformarse la comisión bicameral del Defensor de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que debe definir el futuro de la silla que ocupa Graham. El proceso de reemplazo requiere un trámite arduo, que incluye un concurso y la votación de las figuras seleccionadas en las dos cámaras del Congreso.

"Hay que entender que si esto no se realizó antes, es porque el oficialismo no quiso constituir la comisión. Es su responsabilidad", se molestó el kirchnerista Martínez, quien hasta diciembre creía tener un compromiso del oficialismo para presidir la comisión. La continuidad de Graham cambio los planes libertarios.

Este jueves, el plan de La Libertad Avanza era quedarse con la presidencia para intervenir la Defensoría. Creía tener acuerdo con el PRO y la UCR. Con ese panorama, la senadora libertaria Vilma Bedia pidió votar para ese cargo a la diputada de su fuerza, Nadia Márquez.

La propuesta libertaria no obtuvo la mayoría: hubo cuatro a favor de Márquez (Bedia, Márquez, Cristina y Sotolano) y cuatro en contra (Mayans, Di Tullio, Alianiello y Tolosa Paz). Las radicales Sarapura y Valenzuela se abstuvieron y sellaron un empate.

Enfurecida, Márquez pidió un cuarto intermedio y salió rauda a buscar explicaciones. Sarapura no se interesó en dárselas y volvió a los 15 minutos con el plan cerrado. Valenzuela pidió votar a la diputada jujeña como presidenta y UP levantó las manos, para sorpresa de los libertarios.

Tanta era la bronca en LLA, que hablaban de llamados de urgencia al gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, para exigir alguna respuesta. "Este era un tema importante. Va a tener consecuencias en la provincia", advertían.

Cómo sigue

La novela de la Defensoría de la Niñez promete más capítulos. Minutos después de ser electa presidenta de la bicameral, Sarapura anunció que convocaría rápidamente a un concurso para elegir al reemplazante de Graham, quien, según supo Letra P, no tomó muy bien esa noticia.

"Esperaba que su mandato autoprorrogado siguiera por tiempo indefinido, pero no va a ser así. Por lo menos no tuvo un intervención", explicó a Letra P uno de los peronistas que formó parte del acuerdo.

Graham tiene otro temor: que haya alguna maniobra para que su lugar sea ocupado en el corto plazo por su adjunto Juan Facundo Fernández, que proviene de la UCR.

Tampoco está claro si el nuevo recinto está dispuesto a votar a una defensora que avale abiertamente el aborto, motivo que casi la deja sin consenso en 2020. En el oficialismo entienden que es motivo suficiente para intervenir el organismo. Por ahora, no tienen los votos para hacerlo.

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