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Universidades: Javier Milei mostró poder político, pero afianzó un conflicto que puede arruinarlo

Ratificó que puede sostener un veto, aunque sufrió para juntar aliados y depende de Macri. Deberá enfrentar al sector universitario durante toda su gestión.

El presidente Javier Mileiconsiguió una vez más que la Cámara de Diputados blinde un veto suyo, en este caso a la ley de financiamiento de las universidades, y exhibió un músculo político que en el relato libertario sirve para exhibir control de daños a potenciales inversores, que deberían inundar de dólares el país y ayudarlo a salir del cepo.

Sin embargo, opositores y aliados ponen paños fríos a la algarabía libertaria y advierten que las universidades no son el mejor rival para un Gobierno y con este veto se inició una disputa capaz de erosionar al Presidente hasta su último día en la Casa Rosada. Referentes del PRO, bloque clave en la banca al veto, habían advertido al oficialismo sobre la inconveniencia de elevar el conflicto.

“Las universidades no son enemigas para tener. Están en todos lados y llegan a mucha gente. La mayoría tiene prestigio y todas movilizan a sus comunidades”, intentó explicar en una reunión en la Casa Rosada Alejandro Finocchiaro, diputado amarillo y exministro de Educación, quien en 2018 libró un conflicto salarial que logró cerrar y nunca se filtró por el Congreso. Como sea, este miércoles levantó la mano para acompañar a La Libertad Avanza (LLA).

El diputado de Encuentro Federal Miguel Pichetto tuvo una expresión similar en la sesión, en su caso para justificar el rechazo al veto. “Lo que hay es una apuesta a la confrontación, a consolidar el conflicto como único eje. A tratar de ganar batallas que en el fondo pierden, porque lo que acaban de hacer es consolidar el partido de la minoría”, acusó.

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Cómo quedó Javier Milei

El Presidente logró blindar el segundo veto -el primero fue a la reforma previsional-, pero esta vez el resultado no es para armar otro asado en Olivos.

Los 85 votos que consiguió requirieron arduas gestiones, con aliados fijos como el PRO, a través de Mauricio Macri, y figuras que hasta el momento habían acompañado al gobierno, como la dupla sanjuanina que responde al gobernador Marcelo Orrego.

Además, el número representa un voto menos que el tercio del recinto y por lo tanto sólo fue posible evitar la derrota con ausencias y abstenciones gestionadas por la Casa Rosada hasta minutos antes de la sesión. Los 86 hubieran sido posibles si estaba Oscar Zago, habitual aliado, quien se encontraba de viaje.

El marco de alianzas para blindar vetos que le quedó a Milei pende de un hilo y tal vez no pueda repetirse en temas educativos. No quiso votar a favor uno de los cinco radicales violetas (Pablo Cervi, quien se abstuvo). Los otros cuatro jugaron hasta el final y se convirtieron en aliados fuertes de la Casa Rosada.

Diputados - Sesión veto a universidades
Financiamiento universitario: sesión en la Cámara de Diputados

Financiamiento universitario: sesión en la Cámara de Diputados

Las ausencias y abstenciones se pagarán caro: los rectores llamaron a sus representantes y sus nombres ya figuran en pegatinas en las aulas.

Esa presión continuará en los próximos años por cada peso que reclamen las universidades y hasta podría ser uno de los ejes de la campaña electoral, en cada una de las 24 provincias.

La disputa seguirá en las universidades y en el Congreso. El jueves hay un paro en las casas de altos estudios. Los diputados Miguel Pichetto y Oscar Carreño, de Encuentro Federal, solicitaron a la Comisión de Presupuesto que cite a los rectores para debatir sobre las necesidades de cada establecimiento.

La escalada del conflicto continúa y no se debate sobre equilibrio fiscal, sino sobre la necesidad de sostener a las universidades o permitir que se desfinancien. Está en juego también la autonomía de las casas de altos estudios.

Estos debates seguirán y fueron el resultado del tratamiento del proyecto sancionado y vetado, que surgió por el retraso salarial que el gobierno se negó a atender.

Los llamados desde los rectorados casi revierten la historia. Revirtieron la posición de la dupla sanjuanina y generaron que los docentes que hay en el PRO exigieran un refuerzo en los sueldos para docentes universitarios como condición para aceptar el veto. El Gobierno aceptó, pero la mejora, que fue celebrada por la diputada Silvana Giúdice en el recinto, fue rechazada por la comunidad académica, que pide volver a las paritarias dentro de las universidades.

¿Triunfo?

Ese debate sobre el futuro de las universidades llegó para quedarse y es la consecuencia del veto a una ley que sólo proponía indexar los gastos de funcionamiento y los salarios de las universidades de este año con un costó ínfimo. Para 2025, el propio Gobierno asegura que las casas de estudios superiores no perderán contra la inflación. O sea, no requería un peso extra, a diferencia de lo sucedido con la reforma previsional.

La autora de la iniciativa, Danya Tavela, sostuvo en el recinto que el Gobierno intentó una campaña de desprestigio a las universidades que no rindió sus frutos en la calle, aunque sí aportó a buscar votos en el recinto.

La batalla dialéctica también fue ganada por la comunidad académica: los libertarios Mercedes Llano y José Luis Espert iniciaron sus discursos aclarando que no estaba en riesgo la universidad pública, que el propio Milei durante la campaña puso en duda.

La diputada Silvia Lospennato, del PRO, también advirtió que su bloque nunca votaría el arancelamiento educativo. Lo dijo sin que nadie se lo preguntara. Pareció un mensaje al oficialismo, por si busca aliados para esas ideas. Macri también aprovechó este conflicto para condicionar a Milei.

Diputados - Sesión veto a universidades
Facundo Manes, diputado del bloque UCR.

Facundo Manes, diputado del bloque UCR.

El expresidente demoró su pronunciamiento y el lunes, en un documento del Consejo del PRO, confirmó su respaldo con duras críticas a la gestión. Reclamó activar la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) para auditar las universidades y completar la AGN, encargada de evaluar los balances. Además, tampoco está creada la bicameral que los estudia.

En la oposición difundieron sondeos que muestran que la población no justifica el conflicto docente por el supuesto rechazo a las auditorías que expone el Gobierno. Creen que la campaña de desprestigio no funcionó y tal vez haya fortalecido el pedido de autonomía de las universidades, que es lo que estará en debate desde esta semana y durante todo el gobierno de Milei.

Mauricio Macri.
Lule Menem, en el ingreso a Casa Rosada.

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