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Veto a Universidades: los cinco radicales violetas tendrán una cumbre decisiva y podrían dividirse

Tres quieren acompañar el veto, pero exigen a Javier Milei solucionar el conflicto. Sin el PRO, no hay victoria posible. ¿Dos libertarios ausentes?

Mientras espera la confirmación de una ayuda del PRO, que resultará determinante, el oficialismo da por hecho que los cinco radicales violetas votarán a favor del veto a la ley de presupuesto de las universidades. Pero el quinteto no comunicó una posición y se reunirá a comienzos de semana para evaluar alternativas.

Lo integran Mariano Campero, el correntino Federico Tournier, el cordobés Luis Picat, el misionero Martín Arjol y el neuquino Pablo Cervi. Desde que votaron a favor del veto a la reforma previsional, se los llama radicales violetas, pero en la última semana ninguno atiende el teléfono de la Casa Rosada. Sólo los tres primeros están decididos a rechazar la ley de financiamiento universitario, aunque piden argumentos sólidos.

Las cuentas que oficialistas y opositores tienen sobre la votación del miércoles toman como variable determinante la decisión del quinteto radical que comulga con el Gobierno.

En LLA están convencidos de tenerlos de aliados. Consideran que no pueden fallarle a Javier Milei, porque ya pagaron el costo con su conversión con la foto en la Casa Rosada y si reculan no tendrán lugar en el diseño electoral de 2025.

Plata para las Universidades

Quienes negocian recuperar la ley de financiamiento universitario aseguran que al menos dos radicales violetas dejarán su banca vacía el miércoles y que el resto pidió excusas para votar a favor, pero no se decidió.

Confían en Cervi y Arjol, los únicos que respaldaron el proyecto cuando se trató en agosto en la cámara baja. El segundo rechazó la mayoría de los artículos, se expresó públicamente en contra, pero no está decidido a dejar a la UCR de su provincia.

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El trío Campero-Vicat-Fournier se inclinan por respaldar el veto a la ley de presupuesto universitario, pero pide condiciones. Al igual que el grupo del PRO que amenaza con dejar sus bancas vacías, los radicales violetas de línea dura reclaman que Milei se aproxime a una solución al conflicto salarial que ocasionó las revueltas en todo el país.

“Esperamos que antes del miércoles ya esté resuelta la discusión y la ley pierda sentido. Se trata de una paritaria”, dijo uno de ellos a Letra P. Fue lo que intentó el Gobierno el lunes previo a la manifestación, pero la oferta fue rechazada por los gremios.

Los dudosos

Arjol también comparte la posición de la línea dura. De hecho, hace un mes le dijo a Letra P que no votaría ninguna ley que ocasione déficit fiscal. Pero por estos días la imagen de Milei cayó varios puntos y la presión de las universidades a cada representante se hizo sentir. Fue lo que motivó al trío de Salta a anticipar que esta vez no está dispuesto a ayudar al Gobierno.

Campero y Vicat tienen diálogo cotidiano con Patricia Bullrich, madrina de su conversión y encargada de ratificar sus ayudas. La ministra de Seguridad prefería que abandonaran el bloque radical, donde permanecieron con un compromiso: no votar en forma opuesta a sus pares.

Para cumplir, deberían faltar. Una salida intermedia de los radicales violetas sería la abstención. Es lo que discutirán entre los cinco en la reunión del lunes o a más tardar el martes temprano. Luego expondrán su postura ante el bloque, el martes por la tarde. No está prevista otra foto en la Casa Rosada.

Los números

El oficialismo está seguro de tener el tercio de los presentes si el PRO repite su ayuda de agosto, cuando sólo dejó cuatro bancas vacías. Una deserción mayor de de los amarillos sería decisiva y era el escenario más probable hasta este viernes.

Los radicales violetas tampoco quieren participar de una derrota que les signifique un costo político en sus distritos. En LLA leen la situación de otra manera: consideran que hay una batalla cultural con el equilibrio fiscal y la pelea contra las agrupaciones políticas que prevalecen en las universidades.

El oficialismo necesita 86 votos para asegurarse el tercio del recinto y sostener el veto, un número que puede ser menor si hay ausencias. La clave de la disputa es lograr que falten los ajenos y no los propios.

LLA suma en el mejor de los escenarios a 39 votos de su bloque, 34 del PRO, cinco radicales, siete de partidos provinciales (4 de Misiones, 2 de San Juan y 1 de Río Negro), Paula Omodeo (CREO), los tres del bloque Independencia (ligados a Osvaldo Jaldo, quien pidió sostener el equilibrio fiscal) y los tres del MID: Oscar Zago, Eduardo Falcone y María Cecilia Ibáñez.

Una rebelión del PRO sería decisiva. Aún si eso no ocurre y hay asistencia perfecta, sobraría lo justo. Además de posibles bajas del PRO existen otras dudas, como los viajes al exterior de la libertaria Lilia Lemoine y del aliado Oscar Zago (MID).

La cosplay debería volver de Ucrania, donde desde este viernes transmite una cobertura en las redes sociales. El exjefe de LLA no puede cambiar los pasajes al exterior, donde tiene un compromiso personal.

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Los partidos provinciales no la tienen fácil: si juegan mal con el Gobierno serán castigados en la letra final del Presupuesto 2025. Sólo Río Negro, que tiene voto, podría dejar su banca vacía. Martín Menem cree tenerlos de su lado luego de permitir que la Boleta Única se sancione sin la opción de votar lista completa.

Del otro lado, sólo está confirmada la ausencia de Ricardo López Murphy (EF), que se encuentra de viaje; y no está claro qué mandato a sus diputados darán los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut) que fueron castigados con el reparto de fondos en el Presupuesto. Tienen uno cada uno. La negociación seguirá hasta último minuto.

Rodrigo De Loredo y Soledad Carrizo, de la UCR. 
Cristian Ritondo, jefe del PRO, y Silvia Lospennato. 

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