Lejos de los flashes que la supieron recibir tiempo atrás, Victoria Villarruel hace unos días que buscó refugio lejos de Capital Federal y se recluyó en Villa Allende, en plan de descanso, en la casa de su amigo y asesor Emilio Viramonte, cónsul honorario de Suecia y Dinamarca.
Pero esta vez, a diferencia de un año atrás, su llegada misma a esa localidad de Sierras Chicas y sus actividades fueron resguardadas bajo siete llaves. Bajo perfil y hermetismo total. Tampoco hubo respuestas públicas a los ataques del Presidente.
Este miércoles, Javier Milei volvió a criticarla por sus dichos respecto al sueldo. La acusó de cometer "errores no forzados" y advirtió que tuvo "muchas declaraciones y actitudes que no están en la línea de lo que el 57% de los argentinos votó”.
La vice mantiene su cautela y su silencio temporal. "No se le responde al presidente porque no hizo ninguna pregunta. Si esa es su forma de ver las cosas, está perfecto. Libertad de expresión", dijeron en su entorno.
Las vacaciones sin selfies de Victoria Villarruel
Por caso, ya no hubo reunión con el gobernador Martín Llaryora, ni juntadas con los intendentes Pablo Cornet (Villa Allende), Adela Arning (Mendiolaza) y Federico Zárate (Jesús María), debidamente promocionadas en redes sociales, como sí ocurrió el año pasado, en que incluso se empezó a hablar de un incipiente armado villarruelista en Córdoba, que luego nunca prosperó.
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El intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, no se reunió con Victoria Villarruel como en el verano de 2024. La vicepresidenta pasa sus vacaciones en esa ciudad del corredor de Sierras Chicas.
Desde El Panal esta vez no comentaron y casi que ni registraron el arribo de Villarruel a Córdoba. Contraste total con la visita que el propio Llaryora le realizó en enero pasado a Villa Allende, acompañado de la vicegobernadora Miryam Prunotto.
Hasta el propio intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, le dijo a Letra P que justo ahora, durante la visita de la vice a su ciudad, él estaría “unos días fuera de Villa”.
Incursión gastronómica a Jesús María, sin política
Federico Zárate, el intendente de Jesús María, recibió a la Villarruel este martes junto a un grupo de amigos, para compartir un almuerzo de camaradería Quienes participaron de esa reunión, que no se hizo pública, se esmeraron en aclarar que “no se habló de política”, ni mucho menos de la pelea de entre la vice y Milei.
Las carnes asadas con una técnica de alta cocina y la ensalada de rúcula fueron únicos testigos de la charla, que se extendió un par de horas. No hubo selfies, ni registro alguno en redes.
“Siempre la recibiremos como corresponde institucionalmente, pero en los asuntos políticos de ellos (por la Libertad Avanza) no nos metemos”, dijeron desde la Municipalidad de Jesús María, ratificando la postura prudente.
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Al propio Zárate en nada le sirve sumarse a la interna del oficialismo nacional. Más aún: cuando su incipiente acercamiento a Villarruel del verano pasado languideció, en el acto mejoró su vínculo con el cordobesismo, lo que se tradujo en aportes del gobierno provincial para varias obras en Jesús María.
También incide que el mentor político de Zárate es el diputado Luis Picat, justamente uno de los principales radicales con peluca, que adhiere y acompaña con entusiasmo las políticas del Presidente. A ninguno de los dos les conviene acercarse demasiado a Villarruel, porque eso podría equivaler al encono de la Casa Rosada.