Victoria Villarruel está cerca de celebrar su primer triunfo en su interna con la Casa Rosada, donde hasta el propio presidente Javier Milei la consideró fuera del Gobierno: según fuentes de todos los bloques del Senado, el lunes 24 Bartolomé Abdala será reelegido como presidente provisional, el tercer cargo en la línea sucesoria.
Sólo una maniobra efectiva de la Casa Rosada en los próximos días diez podría cambiar la historia durante la sesión preparatoria del Senado, pero no parece posible que consiga respaldo. Como anticipó Letra P, en pleno conflicto entre Milei y Villarruel, Santiago Caputo empezó a juntar votos para quedarse con el poder en el Senado.
En Balcarce 50 evaluaron figuras de otros bloques en la línea sucesoria, pero el casting no prosperó. Luis Juez, del PRO, tuvo que desmentir versiones que lo señalaban en el lugar de Abdala. Otro plan era que el sustituto sea el libertario Juan Carlos Pagotto, quien hasta ahora no recibió ninguna oferta.
En la oposición dialoguista dejaron correr los rumores, molestos por los despidos de personal que dispuso Villarruel en octubre y provocaron la presentación de la renuncia de su secretaria administrativa, María Laura Izzo.
Abdala aprovechó sus contactos con Lule Menem para buscar la protección de Karina Milei. Hasta este jueves, parece haber logrado su objetivo. El martes, en su despacho, Villarruel conversó sobre la continuidad de autoridades con los jefes de los bloques dialoguistas y en su entorno aseguran que nadie se opuso al puntano.
Estuvieron Mariana Juri y Pablo Blanco (UCR), Carlos Espínola (Provincias Unidas), Alfredo De Angeli (PRO), Carlos Arce (Misiones) y Natalia Gadano (bloque de Santa Cruz), quienes aceptaron no poner trabas a la continuidad de Abdala, según confirmaron fuentes de dichas bancadas a Letra P. Voceros de Unión por la Patria ratificaron a este medio que no pondrán objeciones, por lo que la continuidad de Abdala estaría ratificada. En tal caso, podrían hacer causa común con rebeldes de otras bancadas para complicar otros cargos.
La vicepresidenta propondrá en reemplazo de Izzo al cordobés Emilio Viramonte, además de pedir la continuidad del secretario legislativo, Agustín Guistinian.
Bartolomé Abdala, con respaldo
La definición de UP sobre las autoridades puede ser decisiva, porque sin el aporte de esta bancada el resto del recinto sólo puede reunir 37 bancas, lo justo para el cuórum. Hay dos menos que hace un año, por la expulsión de Edgardo Kueider, de Provincias Unidas; y la licencia del radical Víctor Zimmermann. De esta manera, cualquier rebeldía de último momento puede complicar los planes de Villarruel.
Fuentes de UP confirmaron a Letra P que no tienen intenciones de intervenir en la interna oficialista y, por ahora, mantienen la doctrina de hace un año: votar la propuesta de LLA. Esta postura complicaba cualquier martingala de la Casa Rosada para darle el cargo de Abdala a un aliado.
En la sesión preparatoria sí habrá una queja de UP por el reparto de lugares en comisiones, que se anticipó este miércoles, durante la reunión de Asuntos Constitucionales, cuando Alejandra Vigo (PU) ocupó el lugar que dejó vacante Kueider. El peronismo responsabiliza a Giustinian.
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Guillermo Francos y Victoria Villarruel.
Villarruel tiene como contacto en el Ejecutivo a Guillermo Francos, con quien prefirió no hablar de las autoridades. La vicepresidenta identifica como responsable del intento de dejarla sin poder a Caputo. El asesor mantiene una red de contactos en el Senado: interactúa con el jefe de bloque, Ezequiel Atauche, y con demás figuras de otras fuerzas, como Carlos Espínola (Provincias Unidas) y Beatriz Ávila (aliada del PRO). También puede sumar bajo sus filas a las chubutenses Edith Terenzi y Andrea Cristina (PRO), a través de su relación con el gobernador Ignacio Torres. Pero la maniobra para quitarle poder a la vicepresidenta a través de estos contactos se desactivó en las últimas semanas.
Entres dos fuegos
Abdala fue elegido presidente provisional del Senado en diciembre de 2023 por gestión de Villarruel, quien impidió que asumiera en ese lugar Francisco Paoltroni, pese a que había sido anunciado en un comunicado de la Oficina de la Presidencia.
El puntano fue de los pocos libertarios que no cortó el vínculo con Villarruel, ni siquiera cuando comenzó el fuego amigo contra la vice desde la Casa Rosada. Hasta la recibió en San Luis y le organizó una cena junto a Adolfo Rodríguez Saá.
Abdala tuvo su resbalón el año pasado cuando confesó por televisión que tiene empleados que residen en su provincia. Ese sincericidio complicó su futuro político (sueña con ser gobernador), pero continuó en la línea sucesoria. A Villarruel no le gustó que el senador haya pedido auxilio en la Casa Rosada, pero finalmente lo mantuvo en sus filas.
La vicepresidenta también quiere que renueven el resto de las autoridades, pero podría tener un traspié si UP suma dos votos para complicarla. La ayuda que algunos sectores del peronismo vinculados a gobernadores podrían no prestarle a una maniobra de ese estilo.
UP seguiría con la vicepresidencia del Senado, que hoy ocupa Silvia Sapag; y la UCR, con la primera, a cargo de Carolina Losada. El bloque radical se reúne la semana que viene y no hay indicios de cambios. La vicepresidencia segunda la ocupa Alejandra Vigo.
Lucas Clark es secretario administrativo; la prosecretaría parlamentaria Dolores Martínez (cercana a Martín Lousteau) y el prosecretario de coordinación operativa Manuel Chavarría, quien trabajó con el senador Juan Carlos Romero. Todos los cargos tienen que votarse.