El libertario no quiso enviar una nota para explicar los motivos de la reunión en Ezeiza. Bonacci y Arrieta lo acusaron. UP busca firmas para echarlo.
Beltrán Benedit.
Cinco de los seis miembros del bloque de Diputados de La Libertad Avanza que asistieron el 11 de julio al penal de Ezeiza a visitar a represores, entre ellos Alfredo Astiz, enviaron este martes descargos a un plenario de comisiones. El entrerriano Beltrán Benedit, quien fue identificado por sus pares como organizador del evento, evitó dar explicaciones.
La omisión de Benedit no es gratis: Unión por la Patria evalúa presentar la semana próxima un pedido de sanciones, que incluiría la expulsión del entrerriano y suspensiones para el resto de la comitiva.
La otra opción que evalúa el bloque peronista es crear una comisión investigadora, pero choca con la resistencia del PRO y la UCR, que no sólo se oponen sino que sostienen que debe votarse luego en el recinto. Consideran que las comisiones de Peticiones Poderes y Reglamentos y Asuntos Constitucionales, a cargo del plenario, no tienen facultades investigativas.
“La próxima reunión será para dictaminar”, anticipó Silvia Lospennato. La oposición dialoguista promueve un repudio a la visita a represores pero prefiere no avanzar en sanciones. La diputada macrista tuvo un cruce a los gritos con la kirchnerista Vanesa Siley, a quien no le perdonó que la llamara “radio” por interrumpir las alocuciones. En represalia, le quitó la palabra y la diputada de UP se levantó de su silla para acusarla de cercenar la palabra.
Las notas con los descargos libertarios llegaron minutos antes del plenario y, por eso, Lospennato y la radical Karina Banfi pidieron un cuarto intermedio de una semana, que finalmente fue concedido.
Además de la falta de respuesta de Benedit, el diputado Guillermo Montenegro, quien también fue parte de la organización, tampoco escribió un texto de descargo, pero a través de un correo electrónico adhirió al enviado por su compañera María Fernanda Araujo.
En el texto, se desentienden del plan para avanzar con un proyecto que libere represores, que inclusive tuvo un borrador de proyecto de ley que recibió en mano en el penal Benedit
“El recorrido estuvo destinado a observar de primera mano las condiciones de las instalaciones del centro penitenciario, y escuchar a las autoridades del penal, al personal médico y a todos los profesionales del mismo, lo que así hicimos”, dice el texto de Araujo y Montenegro. “En ningún momento buscamos interferir en procesos judiciales ya concluidos por la justicia o en curso, en un pleno convencimiento del respeto a la división de poderes”, agregaron.
Alida Ferreyra presentó una carta similar. Dijo que la visita fue “de carácter profesional, como abogada penalista”, tuvo “motivos humanitarios, a fin de constatar la vigencia del artículo 18 de la Constitución Nacional. Recordó que la Justicia ya determinó que no hubo delito.
La santafesina Rocío Bonacci presentó una extensa carta, en la que aclaró que no tiene motivos para hacer un “descargo”, porque no recibió cargo alguno. La diputada reiteró que nunca intentó hablar con los represores, pero que fue engañada por Benedit, quien la invitó a una visita humanitaria a la cárcel.
“Cuando advertí que otros legisladores nacionales participantes de la visita a la cárcel de Ezeiza, tomarían contacto y dialogarán con internos procesados y/o condenados en causas por delitos de lesa humanidad, decidí mantenerme totalmente ajena”, aclaró.
Como prueba de su actitud, Bonacci destacó que no aparece en las fotos porque no quiso posar y contó que las tomó “una auxiliar del Diputado Montenegro, con un móvil color violeta, de propiedad de la diputada Araujo”.
Bonacci contó que al regreso del viaje pidió explicaciones a Martín Menem de la visita y no las tuvo. “Entendí que las acciones llevadas a cabo por los Diputados Benedict, Montenegro y Ferreyra, son autónomas y fuera de la línea partidaria y del Bloque”, señaló en el escrito y pidió investigar a quienes “violaron el pacto democrático”.
Arrieta, quien se fue del bloque LLA y estuvo presente en la audiencia, replicó la denuncia que presentó en la Justicia y fue desestimada y reiteró que “ninguna de las personas que concurrimos sabíamos la identidad de las personas que se encontraban privadas de su libertad en ese momento, salvo el diputado Beltrán Benedit, quien fue el organizador”.
Consultada por la diputada Cecilia Moreau, desconoció las gestiones con represores para presentar un proyecto de ley que les permita la libertad, como también los contactos con Patricia Bullrich, que surgen de la filtración de esos chats. El debate seguirá la semana próxima.