Las relación entre el mercado asegurador y los funcionarios nacionales volvió a levantar temperatura por la decisión de la Superintendencia del Seguro de eliminar los cuadros tarifarios del sector de las ART. Las aseguradoras advierten sobre los riesgos del sector.
Con poca trascendencia pública pero altísimo impacto en el sector asegurador, el superintendente del Seguro, Guillermo Plate, resolvió modificar fuertemente las reglas de juego dentro del sector de los seguros de riesgo de trabajo. Mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial, dejó sin efecto los límites y pautas para los cuadros tarifarios aprobados a cada aseguradora.
En castellano, el gobierno borró de un plumazo el consenso logrado hace más de una década que establecía los márgenes de rentabilidad del sector, que ofrecía criterios objetivos y previsibilidad para el funcionamiento. En 2013, la Superintendencia del Seguro había acordado con aseguradoras y el Ministerio de Trabajo que las alícuotas que podían cobrar en el sector fueran de entre 0,5 y 15% de la masa salarial a asegurar, con pedidos de excepción en casos extremos.
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Así, las compañías de sectores con mayor riesgo de accidentes laborales, como pueden ser empresas pesqueras o de tratamiento de residuos, operaran sobre el tope máximo, mientras que compañías de servicio lo hicieran en el piso de referencia. Ahora, con la resolución 18 firmada el 16 de enero bajo el argumento de "una desregulación inteligente que favorezca la libre competencia", se eliminan pisos y techos, lo que habilita una discusión permanente por los costos de funcionamiento.
La bronca de las aseguradoras
"Inexplicable", así califican en la cúpula de las ARTs la medida adoptada por Plate, no sólo por el impacto económico que tiene sobre las cuentas de las empresas, sino por la falta de coherencia. En diciembre, el propio superintendente se reunió con las principales compañías del sector a la que les anticipó entonces que no estaba dispuesto a autorizar ninguna excepción por fuera del marco de alícuotas que estaba vigente.
"Un mes después toma una media completamente contraria que perjudica concretamente la previsibilidad de las cuentas de las compañías", analiza un especialista que, además, indica que la relación con el funcionario ya venía deteriorada. En diciembre, las principales aseguradoras se unificaron para reclamar que Plate resuelva los reclamos del sector, anticipando que de otra manera empezarían a correr riesgo serio de quiebra.
En ese momento, reclamaron resolver dos demandas históricas: la actualización del mecanismo de cálculo de indemnizaciones por discapacidad y el cumplimiento de la restricción del ingreso de nuevos prestadores al mercado.
Los dislates de Plate
Lo cierto es las críticas al jefe de a Superintendencia se acumulan en función de las medidas fallidas que adoptó. La medida más polémica que debió dar marcha atrás por el enojo oficial tuvo que ver con la eliminación de la obligatoriedad del servicio de acarreo. La intención de exceptuar a las aseguradoras del traslado en grúa de los autos siniestrado provocó un tembladeral político que lo obligó a revisar la medida.
En noviembre, Plate dictó la inhibición de bienes dictada de la alemana HDI, una de las compañías más grandes del mundo, y de la división de riesgo de trabajo de SMG, por mostrar un déficit marginal en su capital.
La medida mantuvo su curso a pesar de que ambas empresas informaron que contaban con los mecanismo adecuados de capitalización, la Superintendencia ejecutó esa medida extrema que afecta la reputación de las compañías. A 48 horas de aplicar la inhibición, Plate dejó sin efecto la medida, lo que agitó una serie de interrogantes sobre su actuación.