ELECCIONES 2025

Concejo de Rosario: el socialismo endurece su pliego de condiciones para aceptar una lista de unidad

Es su plan A, pero está atado al cierre de la constituyente. Los nombres en la mesa y la tesis de los diez puntos. Cuándo se habilita la rosca.

A menos de un mes del cierre de listas, sobran las especulaciones en torno a la disputa por un lugar en el Concejo de Rosario. En ese sentido, el socialismo no descarta una lista que incluya a todo Unidos para Cambiar Santa Fe, pero despliega una serie de condiciones y, por las dudas, se prepara para ir a una interna.

Lo que se pone en juego en Rosario

La elección para renovar la mitad de los escaños del Palacio Vasallo luce como la más compleja para Unidos. Pone en juego ocho bancas -entre ellas, la única socialista que hoy ocupa Verónica Irizar- que los partidos que componen la coalición oficialista obtuvieron en 2021 repartidos en tres frentes distintos. Además, en esa elección no existía aún La Libertad Avanza, una fuerza que hará su debut en 2025 y que todas las mediciones le otorgan un piso de treinta puntos en Rosario.

En el partido de la rosa prefieren evitar las definiciones. Aseguran que están en “etapa de diagnóstico”, consumiendo encuestas y focus group para construir una imagen del escenario electoral que les permita tomar la mejor decisión. “Tenemos que tener una estrategia para los municipios y comunas, una para Santa Fe y una para Rosario”, repiten. ¿Hasta cuándo durará esta etapa? Hasta el 22 de enero, el día a partir del cual -según acordaron con Maximiliano Pullaro- se podrá hablar de candidaturas dentro de la alianza gobernante.

El pliego de condiciones del socialismo

El principal problema que obstaculiza un acuerdo de unidad es la falta de nombres rutilantes en todas las tribus. Una figura taquillera sería un factor ordenador del acuerdo, pero en Rosario quienes deben renovar tienen un déficit de conocimiento entre el electorado y no asoman aspirantes desde afuera que se luzcan en esa materia. Así las cosas, todos entienden que sus postulantes son, al menos, competitivos en una interna y eso desalienta los acuerdos. Ese embrollo, creen cerca de Clara García, “lo resuelve la política”.

Sin embargo, en el socialismo no están dispuestos a cerrar la unidad a cualquier precio. Más allá de que esquiven adentrarse aún en la discusión de lugares, sí reconocen que pueden orillar los diez puntos en una interna yendo solos, lo que calculan que les otorgaría dos bancas y la posibilidad de aprovechar la campaña -que será de baja intensidad, dado que el centro gravitacional estará en la constituyente- para posicionar una nueva figura. La lectura que habilita ese análisis es que la oferta de unidad debería traer al menos los mismos, análogos o mejores beneficios.

¿Es una oferta seductora ocupar, por ejemplo, el tercer lugar de una lista de unidad encabezada por Anita Martínez? En principio, no. Los socialistas creen que Irizar no tiene nada que envidiarle electoralmente y tiene mayor bagaje técnico que la experiodista. De Miguel Tessandori, al que se le atribuye haber exigido ser la cabeza de una lista única como condición para jugar dentro de Unidos, piensan algo similar. No obstante, la candidatura de Irizar no está asegurada: se especula con un salto al Ejecutivo provincial y, por eso, hay otras opciones sobre la mesa.

Por lo pronto, trabajan para mostrar al menos unidad en el socialismo. Incluso, con el electrón suelto Federico Lifschitz. En ese sentido, leyeron su foto con Damián Pullaro como un error no forzado que le pone algo de tensión al vínculo del hijo del fallecido exgobernador con el hughense, al que se le atribuye no aprobar la aventura de su hermano como candidato a concejal. Si es así, creen que podría ser un elemento que lo estimule a Lifschitz a arreglar con la conducción institucional del partido.

LifschitzPullaro.jpg
La foto de Federico Lifschitz y Damián Pullaro.

La foto de Federico Lifschitz y Damián Pullaro.

La unidad, el plan A del socialismo

Más allá de las consideraciones, en el laboratorio de la rosa se esfuerzan por mostrarse predispuestos a una lista de unidad que incluya a todos los espacios de Unidos para disputar la renovación del Concejo. Dicen que es su plan A, aunque reconocen que requiere una alquimia difícil y que, por lo tanto, no es la opción con más chances de concretarse.

El meollo de la cuestión entienden que está en el cierre provincial. Para el socialismo, lo que suceda en Rosario es accesorio y sigue el destino del cierre para la elección constituyente. Entienden que conseguir una mayoría sólida en esa justa es el objetivo principal y que lo que se defina en la ciudad más importante “va atado” a eso. Con esa lógica piensan encarar las negociaciones: “Tenemos propuestas para la unidad, para acordar con algunos sectores o para ir solos, y cada plan marida con lo que se arregle a nivel provincial”, avisan.

Si finalmente no hay un acuerdo por la unidad y se define que la coalición oficialista defina lugares a través de una interna, el socialismo quiere que exista una especie de reglamento o entendimiento mínimo para que no se transforme en una lucha fratricida. Confían en que así será, ya que no vislumbran “una hipótesis de tensión” con la Casa Gris. También creen que si no hay acuerdo, el pullarismo deberá auspiciar un candidato propio y jugar en igualdad de condiciones, una forma de garantizarle “competitividad” a todos los espacios.

Joaquín Blanco, secretario general del PS de Santa Fe.
Federico Lifschitz y Maximiliano Pullaro. El concejal quiere ser candidato en el departamento Rosario.

También te puede interesar