Los cierres de listas siempre generan curiosidades, apellidos que llaman la atención u outsiders que sorprenden dando el salto a la política. El de las elecciones 2025 en Santa Fe no fue la excepción. Por ejemplo, por la candidatura de Natalia, hermana mayor de Amalia Granata, a concejala de Rosario. El detalle, nada menor: integra una lista peronista.
Los Granata, una familia dividida
El apellido llamó la atención apenas se conoció la nómina de Que te pasa Rosario, en la que la Granata mayor ocupa el cuarto lugar. Nacida y criada en barrio Agote, Natalia aún vive en la zona de la terminal de ómnibus rosarina, en la misma casa en la que se crió también su hermana mediática. Se recibió de profesora de psicología y ciencias de la educación -estudió en el instituto Olga Cossettini-, pero lo que la llevó a decidirse a dar el salto es “su interés por lo social”, cuentan los armadores de la lista. “Es una señora de barrio, muy conocida en Agote”, agregan
El ofrecimiento a Natalia llegó por medio de su hijo, Lucas González Granata, quien sí tiene una militancia de antaño en el peronismo. Abogado, González Granata fue el primer y único presidente peronista de la historia del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. También fue secretario de juventud del Partido Justicialista. Aunque han existido ofertas de su tía para sumarse a su espacio, él siempre las rechazó. Ahora, hace una obvia apuesta a lo mediático del apellido, pero a través de su mamá, también peronista.
El nombre de Lucas González Granata apareció en los medios cuando salió a repudiar públicamente las declaraciones de su tía Amalia, que había dicho que el intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner había sido “armado” y una “pantomima”. De hecho, por esas declaraciones, Granata sufrió un pedido de expulsión de la Legislatura que no prosperó. “Yo hubiera intentado expulsarte”, le confesó el sobrino a la tía en una entrevista. A pesar de las diferencias políticas, el vínculo familiar es bueno: Lucas suele contar que conoció Disney gracias a Amalia “cuando sólo conocía Mar de Ajó”.
La historia de Amalia Granata y su hermana
Las Granata tuvieron una crianza barrial. Vivían a pocas casas del club Los Rosarinos Estudiantil, en el que hacían varios deportes. “Íbamos y veníamos solos, en bicicleta, no pasaba nada, todo muy sano”, recordó Amalia en la entrevista que le hizo su propio sobrino días antes del ballotage entre Javier Milei y Sergio Massa. Ambas fueron a los mismos colegios: hicieron la primaria en la Escuela N° 77 “Pedro Goyena” y la secundaria en la Escuela Virgen del Rosario, sin alejarse mucho del barrio.
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Natalia y Amalia Granata en su juventud.
Miguel, el padre, “era menemista”, recordó Amalia. En la familia aún se disputan un reloj con la foto de Carlos Menem: lo reclaman los peronistas pero también la diputada, porque “era de derecha como yo”. Las políticas menemistas no llegaron a afectar a la familia, ya que Granata padre vendió rápido su fábrica de artefactos de iluminación -”La Luciérnaga”, ubicada en Salta y Alvear- antes de que el desenfreno de importaciones lo hiciera quebrar. Con ese dinero, puso una parrilla frente a un conocido boliche rosarino. Allí empezaron los contactos de la pequeña Amalia con el espectáculo.
Las dispares apuestas de las Granata
No es el primer caso de hermanos en política, pero llama la atención la diferencia de posturas de ambas hermanas. Natalia es candidata en la lista de Que te pasa Rosario, una agrupación que hace su aparición electoral en estas elecciones, encabezada por Joel Natalí. Apelarán a una identidad peronista para captar a los justicialistas hartos de la crisis dirigencial. Hacen base en dos centros culturales que gestionan en Rosario y lograron colar a una propia, Constanza Estepa, décimo sexta en la lista de convencionales constituyentes de Más para Santa Fe que encabeza Juan Monteverde.
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Constanza Estepa y Joel Natalí, quienes encabezan la lista que lleva a la hermana de Amalia Granata como candidata.
La hoja de ruta de Amalia es más conocida y predecible. La diputada provincial encabeza la nómina de postulantes a convencionales constituyentes de su propio espacio, Somos Vida, con un relato bien libertario. De hecho, en la previa del cierre tuvo una charla con Javier Mileiy estuvo cerca de firmar un acuerdo. Sin embargo, el karinismo la vetó y hasta intentó dejarla sin sello. Ahora, apuesta a mostrarse ultra opositora a Maximiliano Pullarodesde su cuenta de Twitter, tirando misiles sin filtro en una mezcla del tono del Presidente con el modo denunciador serial de Elisa Carrió.