Atento al proyecto del Gobierno, afina la letra de su ley de leyes. Seguridad, salud, obras, asistencia social y empresas públicas eficientes, los ejes.
El gobernador Maximiliano Pullaro junto al ministro de Economía de Santa Fe Pablo Olivares.
Se acortan los plazos y el gobierno de Santa Fe apura el paso para presentar su Presupuesto 2025. Mirando de cerca lo que pasa en el Congreso con la discusión de la ley de leyes de Javier Milei, el equipo económico de Maximiliano Pullaro puntea la letra del proyecto.
Con el ministro de Economía, Pablo Olivares a la cabeza, el Ejecutivo santafesino plantea su norte con varios ejes claros. Seguridad, obras de infraestructura, inversión de capital en educación y un fuerte componente social son los ítems insoslayables a la hora de pensar la ejecución presupuestaria. Todo, eso sí, bajo el paraguas del equilibrio fiscal.
Tras la prórroga solicitada -en primera instancia la fecha era el 30 de septiembre-, en la Casa Gris esperan poder presentar el texto a fin de mes. De cualquier modo, fuentes del gabinete dan por ineludible la discusión que se da en la Cámara de Diputados, donde se discute bajo la premisa de déficit cero los números nacionales para el año próximo. “Si presupuestan una recaudación menor, la coparticipación para las provincias será menor. Esto tiene un impacto directo en Santa Fe, que debe adecuarse”, dice un legislador santafesino inmerso en la discusión.
El otro punto clave dentro del proyecto santafesino tiene que ver con la solidez de los números de las empresas públicas. Tanto Aguas Santafesinas como la Empresa Provincial de la Energía han quedado en el ojo de la tormenta, discusiones con los gremios incluidas, y desde el ejecutivo marcan que “deben preverse con equilibrio”.
Las áreas críticas o de mayor inversión parecen estar claras a la hora del armado del Presupuesto: con números alentadores en seguridad, la principal preocupación -sobre todo en Rosario- seguirá teniendo preponderancia a la hora de destinar recursos. Esto incluye tanto el área penitenciaria, con las obras en cárceles como Coronda o Recreo, como en el equipamiento policial.
Las obras de infraestructura, sobre todo en materia vial y también de gasoductos, se llevarán una porción de la torta. En el primer ítem aún resta por verse qué ocurrirá con el pedido de transferencia de las rutas nacionales (como la A012, 11 y 33), que desde el Ministerio de Obras Públicas se pide insistentemente. “Si esas rutas vienen a Santa Fe hay que tener en cuenta un financiamiento para las mismas”, aclaran.
A su vez, el gasto de capital de la administración también contempla el rubro educación como uno de los puntales, con el objetivo de mil aulas para los cuatro años de gestión. Además, remarcan, la situación social, con aumentos en los índices de pobreza en todo el país obligan a estar preparados “para lo que se viene, aún con recuperación”. “El gobernador nos lo dijo muy claro: en Santa Fe no puede faltar un plato de comida”, resaltan.
A esto se le suma el impacto de la situación social nacional -y particularmente en las grandes urbes- en un sistema de salud público que ya venía estresado y que hoy ve un incremento notorio en la demanda ante la imposibilidad de seguir atendiéndose en el sector privado de muchos pacientes.
El diálogo entre quienes llevan los números en Santa Fe y la administración Milei existe. Como contó Letra P, la gestión libertaria abrió negociaciones con cada una de las provincias y en la Casa Gris se encontró con algunos puntos que no gustaron, como un artículo clave vinculado a los anticipos a cuenta de las cajas previsionales, en el marco de la deuda que tiene ANSES, que hoy supera los 800 mil millones de pesos.
Además, el apartado de obras tras la firma del convenio con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, está aún en revisión, para ver finalmente de cuáles se hace cargo una gestión que tiene como objetivo intocable el déficit cero. “Lo que se corra de ahí se veta”; dijo por estas horas el ministro de Economía Toto Caputo en pleno Coloquio de IDEA en Mar del Plata.
Sin embargo, para el armado del presupuesto provincial será clave la definición de qué metas inflacionarias y de recaudación se definen finalmente. “Antes se ponía una inflación más baja para después reasignar recursos. Ahora van a poner límites y topes, por lo que si Santa Fe había calculado números más altos, van a tener que revisar”, dicen fuentes del Congreso. Por estas horas, los equipos técnicos están cargando los techos de cada ministerio para dar luego un detalle final.
Ni bien Milei hizo su propia presentación presupuestaria en el Congreso, pidiéndoles un ajuste extra a los gobernadores, Pullaro salió a responder mostrando sus números. “Hace nueve meses tenía déficit y hoy tiene superávit”, defendían en aquel entonces la prolijidad de la caja santafesina.
Mucho tiene que ver con esto el devenir de Aguas Santafesinas y la Empresa Provincial de la Energía, mirados muy de cerca, con muestra de irregularidades incluidas por parte del ejecutivo. “En ASSA no solo se acomodan los gastos, sino que se hará una inversión muy fuerte para cambiar cañería súper obsoleta. Es uno de los proyectos con mayor retorno que pueda tenerse porque hoy para tener cada litro de agua se debe potabilizar dos producto del estado de la red”, detallan.
“La EPE dependía en un 90% del tesoro y va a pasar a ser un 40% producto del ajuste en gasto, la readecuación de tarifas y la mejora de la productividad”, resaltan desde otro sector del gobierno pullarista. Se espera que en el corto plazo se den algunos otros detalles sobre el estado de situación de la empresa.
Así las cosas, a la espera de la presentación, luego será tiempo de la discusión interna (“Es un presupuesto de Unidos, no del ejecutivo”, recalcan) para más tarde dar el debate en la Legislatura.