Una reunión bilateral terminó mal por un cambio de condiciones impuesto por la Nación: que la provincia retire las demandas por los fondos adeudados.
El gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro junto al ministro Enrico y el jefe de Gabinete de la Nación Guillermo Francos.
La relación entre el gobierno de Maximiliano Pullaro y el de Javier Milei se tensó una vez más por uno de los temas que con mayor ahínco reclama la gestión de Santa Fe desde hace varios meses: el traspaso de rutas nacionales a la órbita provincial. La Casa Gris sostiene que hubo nuevos condicionamientos impuestos por la Nación tras una reunión.
El nuevo capítulo en una novela que lleva varios meses se dio tras un encuentro entre los ministros de Obras Públicas, Lisandro Enrico, y Economía, Pablo Olivares, con Martín Maccarone, secretario de Infraestructura en el Ministerio de Economía que comanda Luis Toto Caputo. Los mismos interlocutores de la gestión Pullaro -y hasta el propio gobernador- ya habían tenido encuentros previos inclusive con Caputo y con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con quien se gestó la firma de un primer acuerdo por obras en suelo santafesino.
“Nos corren la raya”, dijo este miércoles el propio Enrico en una entrevista con Cadena 3 Rosario, donde planteó que en el encuentro los funcionarios nacionales pidieron retirar o “acordar” las acreencias que tiene Santa Fe con la Nación, sobre todo en lo referido a lo previsional. Allí, la deuda judicializada en la Corte Suprema de la Nación supera los 800 mil millones de pesos. Tal como contó Letra P, este no parece ser un punto a negociar para el gobernador santafesino.
“Son nuevos condicionamientos que no estaban previstos”, agregó el visiblemente fastidiado ministro, clave en el engranaje pullarista, y que acudió ya más de una decena de veces a oficinas nacionales para pedir el traspaso de las trazas. Allí se destacan la A012, con un fuerte impacto en la zona portuaria y donde se busca cambiar la lógica de las tasas que cobran los municipios enclavados en la zona, y las rutas 11 y 33.
En el mismo tono, sostienen que en la reunión llevada adelante la semana pasada entre el propio Milei, Pullaro y otros gobernadores radicales, se había reiterado el entendimiento. “Siempre es como que se corren la raya, el tiempo pasa y las rutas están como están”, puntualizaron en la mesa chica provincial.
En las filas de la Casa Gris apuntan a que estas nuevas exigencias llevarán a una dilación en los acuerdos ya logrados. “Ya se había comprometido dos veces Caputo y una vez Francos”, reclamó hoy el propio Enrico. En aquel acuerdo firmado en junio de este año se había puesto ya sobre la mesa el tema vial, pero desde el gobierno santafesino niegan que se haya puesto como contraparte lo vinculado a las deudas.
En la práctica, desde el gabinete de Pullaro pretenden escindir una discusión de otra. El argumento -más allá de un acuerdo en lo referido a la deuda- es que los tiempos que demanda cada situación son totalmente distintos, mientras que los arreglos y la puesta en marcha de obras en las trazas que cruzan la bota son urgentes.
Casi desde el inicio mismo de la gestión el propio gobernador y particularmente desde el Ministerio de Obras Públicas insisten en que la tasa vial que se cobra en cada municipio no va más. Por eso aprietan el acelerador y buscan el traspaso, sobre todo, de la A012, que permitiría condensar en un cobro por tonelada para los camiones que luego terminan desembocando en los distintos puertos de la zona.
Semanas atrás y a la espera de definiciones sin estas últimas definiciones, un funcionario definía a la gestión Milei como el Juego de la Oca. “A veces das dos pasos para adelante y tres para atrás”, sostenía ante los cambios de interlocutores y reglas. Lo que expresan por estas horas, para la mirada provincial, refuerza esa teoría.