Unidos para Cambiar Santa Fe avanza en Diputados con su idea de ampliar la Corte Suprema de Justicia a siete sillas y ponerle un tope de 75 años a sus miembros. El peronismo de Omar Perotti se muestra esquivo, mientras que el bloque de Amalia Granata y Miguel Rabbia -alfil de Marcelo Lewandowski- cargan de tensión la negociación.
Este jueves hubo una reunión en Santa Fe con representantes de todos los bloques involucrados en la negociación. La idea era unificar todos los proyectos en danza, al menos tres. El clima fue amable, pero no solo no se llegó a un acuerdo, sino que parte de la oposición sorprendió al motorizar la idea de que sean cinco los cortesanos. El perottismo solo mandó asesores y nada se sabe de su postura.
La Corte que quiere Unidos para Cambiar Santa Fe
La modificación más importante que tiene consenso mayoritario es la ampliación de la Corte a siete miembros, lo que significaría sumar una silla más -hoy son seis- con la intención de evitar empates. Detrás de esa iniciativa se encolumnan no solo todos los bloques de Unidos, sino también el Frente Amplio por la Soberanía que integran Carlos Del Frade, Claudia Balagué y Fabián Palo Oliver -este último había presentado un proyecto en tal sentido-. Con esos apoyos asegurados, la iniciativa de ampliación de la Corte tiene la aprobación asegurada en la cámara baja.
Otro tema que se discutió y encontró un consenso mayoritario fue la cuestión del tope de edad. Tanto Unidos como el proyecto de Oliver coinciden en que sea de 75 años. Hasta el bloque de Granata se manifestó a favor, aunque no acompañó la idea de que se incluya la opción de renovar el acuerdo legislativo por cinco años más. A pesar de esa negativa, todo indica que prosperará. Tampoco se definió si el cese en el cargo se dará el mismo día del cumpleaños o a fin de ese año.
El tema de la edad es clave para la cruzada que la Casa Gris mantiene contra la mayoría de la Corte en busca de su renovación. El tope que fija la Constitución de la provincia es de 65 años, pero fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Iribarren” hace más de dos décadas. Por eso, la idea es copiar en la ley el tope que tiene la Constitución Nacional para los supremos federales, que ya fue validado por el propio tribunal cimero en sus fallos.
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Mano a mano. El presidente de la Corte santafesina Rafael Gutiérrez y Maximiliano Pullaro. El gobernador quiere renovar la Corte, el supremo se resiste.
El tándem Amalia Granata - Marcelo Lewandowski
Como repitió en otras negociaciones, la coalición oficialista intenta lograr el consenso de al menos parte de la oposición. El resultado de esa empresa es, por ahora, incierto. Los asistentes se enteraron durante la reunión que Rabbia, el alfil que Lewandowski tiene en la cámara baja, presentó un proyecto para que la Corte se reduzca a cinco integrantes y se garantice el quórum para funcionar con tres. La iniciativa también fue acompañada por la diputada Verónica Porcelli, alineada con el massista Oscar “Cachi” Martinez.
Más de uno leyó la iniciativa no solo como un gesto a la tríada que componen Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco y Eduardo Spuler -los tres cortesanos que se resisten a la renovación- sino también como un juego en tándem entre Lewandowski y Granata. El bloque que responde a la mediática dio el presente, pero advirtió que todas las opiniones serían a título personal porque no tenían una postura en conjunto consensuada. Sin embargo, manifestaron su inclinación a que, para evitar empates, se reduzca a cinco el número de cortesanos. Justo lo que propuso Rabbia.
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Beso. Amalia Granata se saluda con Rafael Gutiérrez en la puerta de los tribunales santafesinos.
Transparencia, la estocada de Unidos para Cambiar Santa Fe para la Corte Suprema
Las modificaciones propuestas en torno a la transparencia y apertura a la sociedad del Poder Judicial no tuvieron mayores inconvenientes para tener luz verde. Una de ellas es la posibilidad de habilitar a la Corte a tener audiencias públicas antes de fallar en casos destacados, con el objetivo de escuchar a especialistas y distintas posturas. Otra, es la creación de un centro de comunicación judicial. Son dos cuestiones que el socialismo planteó en su proyecto de reforma y que ya existen a nivel federal.
Lo último que quedó por discutirse es la idea que planteó el partido de la rosa de que se concursen los cargos de la Secretaría de Gobierno y la Secretaría Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, además de la creación de dos prosecretarías. Hoy por hoy, esos roles son nombrados directamente por los cortesanos, quienes ejercen a través de ellos un férreo control de la administración de los recursos del Poder Judicial. Es uno de los temas más candentes en el marco de la disputa entre la Corte y el Ejecutivo santafesino.