Bancas y roles claves en el gabinete, en juego el año próximo. El presidente amarillo mira con cariño a Javier Milei. ¿Distancia con el sector rolista?
Rolando Figueroa y la larretista Leticia Esteves. Un sector del PRO en Neuquén analiza el rumbo electoral.
El armado variopinto del gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, logró que el PRO y el peronismo se unieran para destronar en 2023 al Movimiento Popular Neuquino (MPN) tras 60 años de hegemonía. Lo que fue un inédito proyecto electoral se pone en tensión ahora camino a la instancia de medio término de 2025 si finalmente el partido amarillo y La Libertad Avanza conforman un frente.
Pase lo que pase a nivel nacional, las figuras que cumplen funciones en suelo neuquino defenderán en su mayoría la pertenencia al gobierno de Figueroa y se plegarán al modelo acuerdista, que hoy incluye al MPN, para competir por tres bancas en el Senado y otras tres en la Cámara de Diputados en 2025.
Con todo, hay figuras que ponen en duda ese entendmiento y engrosan las filas de quienes no fueron detrás del hijo descarriado del MPN en el histórico acuerdo multicolor de 2023. Una de ellas es Marcelo Bermúdez, aliado del gobierno provincal en la Legislatura, titular del PRO neuquino y uno de los dirigentes más elogiosos con el gobierno de Javier Milei.
“Vamos a discutirlo con Rolo, pero mi visión es respaldar el ordenamiento macro del Presidente”, le dijo a Letra P Bermúdez. El blanqueo de la estrategia para negociar en 2025 refleja que no toda la estructura amarilla tiene definido respaldar, al menos en la instancia electoral, al frente oficialista patagónico.
La no tan sorprendente declaración de quien se desempeñara como ladero del fallecido intendente Horacio “Pechi” Quiroga trasluce las diferencias que deberán ser saldadas con otras figuras del PRO insertadas en el organigrama de gestión.
El caso más claro es Leticia Esteves, hoy a cargo de la estratégica Secretaría de Ambiente en la provincia de Vaca Muerta. Férrea defensora de Horacio Rodríguez Larreta, logró escalar peldaños en un gobierno neuquino que se nutrió al principio de quienes acompañaron el proceso de ruptura con la vieja guardia del MPN, pero que hoy comparten hoja de ruta tras la incorporación del intendente de la capital Mariano Gaido.
“El acuerdo con Rolo es a nivel provincial, se discutirá qué hacer el año que viene”, sumó Bermúdez.
A las definiciones del diputado provincial se suman las acciones de quienes siempre intentaron competir bajo el madrinazgo de Patricia Bullrich. Es el caso de Francisco Sánchez, despedido de la Secretaría de Culto por el gobierno libertario y que supo transitar el Congreso como diputado.
Sánchez volvió a la Patagonia para reconstruirse y en medio del brote generalizado de sellos filolibertarios entra en el radar de las propuestas que intentan continuar las políticas de la Casa Rosada.
Fuentes de LLA en Neuquén reconocieron que ven al polémico representante de la ministra Bullrich como un potencial aliado, pues lo ven lejos de Figueroa y del armado que incluyó al macrismo en el organigrama estatal.
Lectura similar se da en el gobierno neuquino. Comparan la situación con la del peronismo, sector fragmentado con Tanya Bertoldi como máxima expresión de esa ruptura. El Partido Justicialista (PJ), que se presentó como Unión por la Patria hace un año, sigue inmerso en una crisis interminable producto del nacimiento de Neuquinizate.
Al igual que Bertoldi y otros exponentes del peronismo rolista, en el macrismo puede darse el debate sobre qué rumbo electoral asimilar: al calor de la Casa de Gobierno o bajo la premisa del león libertario.