El senador provincial se impuso en su elección más difícil. Los motivos, el vínculo con Juan Monteverde y cómo actuará en la Convención.
Armando Traferri sobrevivió a otro embate más contra su dominio en San Lorenzo.
Una vez más, como cada vez que amenazaron su posición en los últimos tiempos -y no fueron pocas ocasiones-, Armando Traferri sobrevivió. El todopoderoso cacique del peronismo se quedó con la silla de convencional constituyente del departamento San Lorenzo y soportó un embate, otro más, contra su dominio en el cordón industrial de Santa Fe.
No es cualquier victoria para Traferri, probablemente sea la más importante de todas. Tenía todo en contra: un peronismo disgregado y con acciones en baja en el electorado; un discurso en Unidos para Cambiar Santa Fe que tenía algunas dagas diseñadas específicamente en contra suyo -como por ejemplo, la iniciativa de ficha limpia o la morigeración de los fueros-; y un clima general de anticasta que a dirigentes como él, caudillo del Senado hace ya décadas, les hacía todo cuesta arriba.
Había un factor más que ponía en riesgo la hegemonía de Traferri: el candidato que había sido ungido por Unidos. Leonardo Raimundo, intendente de San Lorenzo, rompió el pacto de convivencia que había mantenido con el senador en la última década por pedido de toda la coalición oficialista. Era la carta más fuerte que podía presentar Unidos: el otro dirigente con votos del departamento, alcalde desde 2007. Si alguien le podía ganar a Traferri, era Raimundo. La analogía histórica, entonces, estaba servida: la batalla de San Lorenzo.
“Me tiraron con todo, estuve solo contra todos”, le dijo Traferri a su equipo. En su entorno enumeran los obstáculos a los que tuvieron que sobreponerse: “El viernes anterior a la elección hicieron un acto para anunciar la obra de gas en dos ciudades del departamento y no tuvieron la educación de invitarnos, fue una falta de respeto a la institucionalidad”, se quejan. “Fue alevosa la presencia de todo el estado provincial, no pudimos colgar un cartel y ellos tenían más de cien”.
A sabiendas de que tenía una parada difícil, Traferri diseñó una campaña en la que buscó explotar su principal sostén a lo largo de los años: el vínculo, al parecer indestructible, que tiene con los sanlorencinos y las sanlorencinas. Se mostró en todas las ciudades del departamento; visitó clubes, centros de jubilados, cooperadoras escolares y demás instituciones de la sociedad civil; repartió aportes económicos y se apoyó en dirigentes locales para caminar las calles, siempre en contacto con la gente. Dejó el traje de senador Traferri y buscó ser, más que nunca, simplemente Pipi.
Sin embargo, su figura seguía siendo polémica. Por eso, su presencia en la campaña provincial del peronismo fue muy discreta. Casi ni se mostró con Juan Monteverde, el candidato de Más para Santa Fe. Hizo su aporte en el departamento, donde aparecieron algunas pintadas de los dos apellidos juntos, pero no pudo evitar que eso sea usado por figuras de Unidos, como el secretario de gobierno Sebastián Chale, para pegarle a Monteverde. “Le dijimos a Juan que use la estrategia que más le convenga”, reconocieron cerca del senador.
En las mesas donde se discute la política santafesina se impuso otra lectura, anexa, sobre un diseño del escenario electoral tras el surgimiento de La Libertad Avanza que habría perjudicado a Unidos y beneficiado al peronismo. En San Lorenzo, la tropa libertaria jugó fuerte y eligió a Eugenia Rolón, influencer cercana al presidente Javier Milei, pareja de Iñaki Rolón, quien manejó las redes de la Casa Rosada en el amanecer del Gobierno y, si bien terminó eyectado de su cargo por retuitear una foto propia en las fiestas de 2023, nunca perdió el contacto con Milei.
La tesis, que viene corriendo en Unidos desde aquella noche en el hotel Riogrande en el que se cerraron listas, es que Rolón le sacaba votos a Raimundo. Cerca de Traferri coinciden parcialmente: “Es un voto transversal, pero creemos que le sacan algo más a ellos que a nosotros”, dicen, aunque resaltan que la influencer viene de una familia peronista. Un análisis de los últimos resultados permite aventurar la hipótesis de que Traferri también sufrió la aparición de Rolón, ya que perdió más de diez mil votos entre 2023 y 2025.
De cara a la Convención, el caudillo inoxidable avisa que, si bien tiene que discutirlo primero su frente político, está abierto a negociar propuestas con el oficialismo. De hecho, sostiene que Unidos habría tenido mejor resultado y más legitimación para la reforma si le hubiese abierto el juego al peronismo. “No pudimos opinar, no fuimos invitados y somos el partido más importante de la oposición”, se quejó Traferri.
Entre los temas que el senador podría sentarse a discutir se incluye la reelección del gobernador Maximiliano Pullaro. “Siempre pensé que tendrían que existir las reelecciones para todos los cargos, dos períodos y uno afuera antes de volver. Ahora plantean que haya dos y ya no más, no me parece mal”, sostiene. También cree que debería discutirse la autonomía, aunque solo en municipios con “autonomía económica”. ¿Ficha limpia y fueros? No hay problema: “Me pegaban por los fueros y pedí que me los saquen, ahora les toca a ellos”.