Tras las elecciones, sólo resta definir cuándo se reunirán los convencionales en el Palacio Legislativo. La historia de un edificio icónico de la capital.
El Palacio Legislativo será sede de la Convención constituyente.
Elegidas las 69 figuras que se sentarán a encarar la histórica reforma de la Constitución de Santa Fe después de más de 60 años, solo resta saber cuándo se celebrará la Convención, porque el lugar ya está definido: será en la sede de la Legislatura, en la capital provincial.
El gobernador Maximiliano Pullaro maneja dos opciones para convocar a la Convención reformista. Las posibilidades tienen una línea divisoria en las elecciones nacionales del 26 de octubre. Podría ser en julio y agosto de este año o en febrero y marzo de 2026.
El líder del oficialismo dispone hasta abril del años que viene para realizar el llamado, pero tiene en mente tres instancias electorales que, a su juicio, no deberían cruzarse con la cita reformista: las elecciones generales locales el 29 de junio, el cierre de listas nacional del 17 de agosto y las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
En la cúpula de Unidos se empieza a imponer la idea de que luego de las generales locales y antes del cierre de listas nacionales hay una ventana de 49 días que permitiría la realización de una Convención de corte provincial que eluda el copamiento de una agenda nacional.
Lo que ya es un hecho es que la Convención reformista trabajará en la sede de la Legislatura, en la capital de la provincia. Un edificio de estilo afrancesado con el frente orientado al norte sobre la avenida General López. En la planta baja se hallan los recintos de las cámaras de Senadores y Diputados, de estilo grecorromano.
El palacio está ubicado en el solar que antiguamente ocupaba el edificio de la Aduana de Santa Fe, que fue demolido en 1906 y reconvertido en la plaza Coronel Pringles.
En julio de 1909, bajo la gobernación de Pedro Antonio Echagüe, del PAN, se dictó la Ley para construir el edificio de la Legislatura en ese espacio. El encargado de la confección de los planos fue el arquitecto Roberto Tiphaine, mientras que la construcción fue encargada a Juan Beltrame.
El edificio fue habilitado completamente el 26 de julio de 1914, bajo el gobierno del radical Manuel Menchaca, primer gobernador elegido a través de la Ley Sáenz Peña de voto universal, secreto y obligatorio.